UNAS 4.200 HECTÁREAS HAN SIDO DESTRUIDAS POR INCENDIOS FORESTALES EN COLOMBIA.
Al menos 4.218 hectáreas de bosque, cultivos y otras zonas de vegetación han sido destruidas por los incendios forestales que se han presentado en la temporada seca que afecta a Colombia, informaron en Bogotá fuentes gubernamentales.
La mayor área afectada, con 1.668 hectáreas, ha sido la de bosques nativos, según precisó la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) en un informe sobre los efectos del período seco, que comenzó el pasado 1 de junio.
En el segundo lugar por afectación está el área de rastrojo, con 1.556 hectáreas, seguida de la de cultivos, con 354 hectáreas, y de la de pastos mejorados, con 276 hectáreas.
Las zonas de páramo han sido alcanzadas por conflagraciones, con 14 casos, según el informe de la UNGRD, que depende de la Presidencia de la República.
La dependencia indicó que en lo que va de la temporada, hasta el 21 de agosto, se han presentado 291 incendios en 132 municipios de 18 de los 32 departamentos colombianos, y el Distrito Capital de Bogotá.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM, gubernamental) ha pronosticado que este período seco irá hasta el primer trimestre de 2013 y que podrá ser más intenso por efecto de El Niño, fenómeno meteorológico generado por el calentamiento del océano Pacífico.
El mismo centro científico ha aclarado que la temporada seca podrá ser aliviada entre los meses de octubre y noviembre por las lluvias del segundo período de precipitaciones del año en Colombia.
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TORMENTA ISAAC CAUSA MUERTES EN HAITÍ.
Más de 20 personas han fallecido en Haití, tras el paso de la tormenta tropical Isaac, indicó la Dirección de Protección Civil de este país caribeño.
De acuerdo con un fuentes oficiales, la cifra incluye el fallecimiento de una niña de 10 años de edad, víctima del derrumbe de una pared de su casa en el departamento Oeste.
Recientes informaciones oficiales indican que más de 300 viviendas fueron destruidas totalmente y unas dos mil presentan algún tipo de daños por las lluvias y los vientos de este fenómeno, el noveno de su tipo de la actual temporada ciclónica.
También, la cifra de evacuados se incrementó a 15 mil. El Programa Mundial de Alimentos proporcionó comida para dos días a ocho mil 300 damnificados en 18 campamentos vulnerables.
Aunque se levantó la alerta roja, las autoridades instaron a la población a mantener la atención sobre las inundaciones y los deslizamientos de tierra.
Un estimado de la Organización Meteorológica Mundial precisa que la etapa ciclónica de 2012, del 1 de junio al 30 de noviembre, tendrá un comportamiento de normal a poco activo.
El pronóstico se ubica entre nueve y 15 tormentas tropicales en la cuenca del Atlántico Norte, de las cuales de cuatro a ocho alcanzarán la categoría de huracán.
La posibilidad de que un fenómeno de este tipo llegue al Caribe es moderada, con un 55% de probabilidades.
Isaac, a punto de convertirse en huracán en el sur de Estados Unidos, es la novena tormenta tropical de la actual temporada ciclónica, que según un estimado de la Organización Meteorológica Mundial tendrá un comportamiento de normal a poco activo.
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AMBIENTALISTAS FIJAN POSICIÓN FRENTE A LAS CONSECUENCIAS AMBIENTALES POR LA EXPLOSIÓN GASÍFERA EN VENEZUELA.
Posición de la Fundación Azul Ambientalistas frente a las consecuencias ambientales ocasionadas por la explosión gasífera en el Centro Refinador de Amuay en Venezuela
Una vez más nos vemos en la penosa tarea de fijar posición frente a la tragedia que embarga a un pueblo que su mayor culpa es, pisar en uno de los mayores reservorios de combustibles fósiles en el planeta.
Nuevamente otro significativo accidente que sin dudas dejará secuelas, muchas irremediables, frente a los que no tienen voz. El daño patrimonial, ecológico y ambiental que sufre otra Reserva Natural, otro Parque Nacional, créanlo o no, esta contemplado como “sacrificios necesarios” para la industria petrolera mundial.
Hoy la producción petrolera venezolana cobra nuevas victimas, las muy dolorosas perdidas humanas bajo su responsabilidad y además, tendrá en su consciencia la inevitable contaminación que genera este tipo de incidentes.
Biodiversidad única en el planeta, Ecosistemas endémicos y muy frágiles, Especies de Flora y Fauna sufrirán las consecuencias de otra tragedia ambiental ocasionada por el voraz mercado mundial de los combustibles fósiles.
A pocos kilómetros del Mar Caribe, una inmensa explosión removió con su onda expansiva, alrededor de 20 km a la redonda, toda forma de vida que encontró a su paso. En una región caracterizada además por su incalculable potencial eólico, no hay que establecer muchas hipótesis sobre el verdadero alcance de esta infernal castigo que hemos sufrido.
Precisamente nos preocupa el verdadero alcance sobre los problemas de contaminación ambiental. Las emisiones de gases tóxicos, originados por la combustión completa e incompleta que los convierten en gases del efecto invernadero, incrementando los niveles de C02 en nuestra atmosfera.
Dos Reservas Naturales victimas en la ruta mortal de la onda explosiva, arrastrada por las corrientes de aire que vienen de un Mar Caribe que esta pasando por una sus mayores temporadas de huracanes.
El Parque Nacional Médanos de Coro está ubicado en el estado Falcón en el noroeste de Venezuela. Su área más importante está circunscrita alrededor del istmo, en la vía a la Península de Paraguaná al costado norte de la ciudad de Santa Ana de Coro (Patrimonio Mundial de la humanidad UNESCO).
Como en Toda zona árida o desierta, la vegetación y fauna son escasas, y por que sean minorías silentes, no debemos honrar la variedad de aves, reptiles, lagartos, iguanas, murciélagos y osos hormigueros, entre otros mamíferos, que habitan esta área ubicada a tan solo 50 Km de lugar de la explosión.
Y lo que más nos preocupa es que apenas a 100 Km del desastre, están las aguas del Mar Caribe en la región del Golfo de Venezuela, donde la llegada de agentes contaminantes afectaría a manglares, y ecosistemas de costa que van desde la Península de Paraguaná hasta la Península de la Guajira.
Muchos de los efectos como suele suceder en estos casos se verán a largo plazo y no en lo inmediato, ya que este tipo de desastres generan partículas que se ven, como el hollín, pero hay muchas otras que no, y que inciden directamente en la contaminación de la atmósfera.
La directiva, colaboradores y activistas de la Fundación Azul Ambientalistas nuevamente solicitan al Estado Nacional, Regional y Municipal, asumir las consecuencias del Desastre Natural que ocasiona esta tragedia.
Desarrollar verdaderos planes de contingencia conjuntamente con el llamado a los especialistas en materia ambiental, ecológica y conservacionista, a sumarse a la labor de atención y recuperación de las áreas afectadas.
Y al noble pueblo venezolano a no permitir que en nombre de una industria, sacrifiquemos nuestro Patrimonio Natural, nos corresponde sustentabilidad para las futuras generaciones.
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