MASACRE A LOS HERMANOS YANOMAMI.
Denuncian masacre de al menos 80 indígenas Yanomami en el sur de Venezuela.
Al menos 80 indígenas Yanomami murieron a manos de presuntos mineros ilegales brasileños en una zona selvática del estado Amazonas, situado en el sur de Venezuela y fronterizo con Brasil, denunciaron hoy dirigentes indígenas y políticos.
Solo tres integrantes de la comunidad "Irotatheri", en el municipio Alto Orinoco, sobrevivieron a la matanza, perpetrada el pasado 5 de julio, por los ocupantes de un helicóptero con "identificación brasileña", dijo a Efe el diputado opositor Andrés Avelino Álvarez, de la Comisión de Pueblos Indígenas.
"Son 80 (los muertos) en total entre hombres, mujeres y niños. O sea, en pocas palabras, toda la población; sobrevivieron tres nada más", añadió Álvarez.
Sostuvo que hace 20 años se registró una matanza de 16 yanomami, aunque no descartó que haya habido más episodios parecidos que no se hayan descubierto.
El secretario de Asuntos Indígenas de la Gobernación de Amazonas, Hilario Linares, declaró a Efe que tres sobrevivientes de la tragedia relataron que un helicóptero sobrevolaba un "chabono" (choza indígena grande), donde se encontraban los pobladores, y "escucharon" los disparos.
Señaló que los sobrevivientes "fueron a cazar" y "venían de retorno" cuando fueron testigos del ataque.
"Cuando llegaron vieron ya la masacre", añadió Linares, quien indicó que también hay testigos que iban de visita a la comunidad.
Linares detalló que el lugar donde se registró el hecho es "muy complicado para llegar" y explicó que para acceder se debe cumplir un trayecto a pie, en lancha e incluso por vía aérea desde Puerto Ayacucho, la capital del estado (953 kilómetros al sur de Caracas).
Aseguró que en la zona existen "recursos minerales" como el oro y que los indígenas se "resistieron defendiendo su recurso" de los mineros ilegales brasileños, conocidos en el país como "garimpeiros".
El Ministerio Público informó hoy en un comunicado de que designó una comisión especial para que verifique el presunto ataque contra los indígenas.
Según el boletín, la Fiscalía Superior de Amazonas recibió el pasado lunes una denuncia presentada por representantes de la organización Horonami, según la cual "los yanomamis se encontraban en un campamento indígena que fue atacado desde un helicóptero".
La Fiscalía indicó que el sitio "donde presuntamente ocurrió el hecho se encuentra a cinco horas en helicóptero de Puerto Ayacucho y a 15 días a pie".
PUEBLO YANOMAMI:
Los "yanomamos" (también llamados "yanomamö"), son una etnia indígena americana caracterizada por su solidaridad y respeto hacia la naturaleza, la misma está dividida en tres grandes grupos: sanumá, yanomam y yanam.
Hablan lenguas diferentes pero se entienden entre ellos. Se denominan también la nación yanomami. Habitan en el estado Amazonas (Venezuela)
YANOMAMOS:
La razón por la que en muchos idiomas se conocen como yanomami o yanomamis se debe a que fueron los misioneros salesianos de origen italiano los que se encargaron de las misiones católicas en la región de los yanomamos y en italiano el plural de yanomamo es yanomami. Corrobora este nombre el hecho de que el padre Cocco, misionero italiano que pasó muchos años viviendo entre los yanomamos, los señalaba con este nombre y no con el plural en italiano.1 Varios investigadores están de acuerdo que el origen de los Yanomami es poligénico, y que no son una raza "pura" como erróneamente se ha dicho.
ETNOGRAFIA:
Actualmente se encuentran seriamente amenazados por la globalización y la transculturación. Esto es debido a los fenómenos clásicos de la invasión colonial: conversión religiosa, asimilación de roles inferiores respecto a una cultura superior y despoblación por las enfermedades que los colonizadores llevaron consigo. Al no poder combatir con eficacia ninguno de estos factores, su estilo de vida tradicional puede verse irremediablemente afectado en menos de una década si no se toman las medidas necesarias.
Alrededor de 20.000 individuos que integran los yanomami viven desperdigados por la selva tropical, en aldeas separadas por muchos kilómetros de tierra deshabitada. Alrededor del 70 por ciento de esta población ocupa el sur de Venezuela, mientras el resto se distribuye por zonas adyacentes a Brasil, en concreto en una zona que comprende parte del estado de Roraima y del Amazonas.
Las comunidades Yanomami se concentran en la zona de la cuenca del río Mavaca, en los afluentes del Orinoco, en la Sierra Parima.
VIVIENDA:
En las aldeas pequeñas viven entre 40 y 50 personas mientras que en las grandes pueden llegar hasta las trescientas. Sus aldeas -Shabono-se construyen en círculo y son completamente abiertas.
Sus viviendas tienen forma cónica y viven en grupos de familias. La situación de las cabañas puede variar y en numerosas ocasiones, en lugar de formar un círculo, forman una hilera. Las familias comparten con las otras familias de la comunidad los productos obtenidos de la caza, la pesca o la cosecha (dentro de cada shabono conviven varias familias como una comunidad).
Cuando se reúnen alrededor de la hoguera que está en el centro del shabono, comen, conversan, fabrican su utillaje, explican sus historias, mitos,leyendas y enseñan a los niños sus tradiciones.
SUBSISTENCIA:
Los yanomamis se desplazan continuamente, es decir, son nómadas. Estos desplazamientos están motivados por el corto periodo de la productividad de sus cultivos. Cultivan en sus huertos la mayoría de alimentos: plátano, ñame, batata y malanga. Un cultivo dura dos o tres años. Cuando la tierra se agota, el poblado crea una nueva plantación en otro lugar. También recolectan productos silvestres y comen ranas.
Practican la caza todo el año, individualmente o en grupos, y utilizan el arco y la flecha. La pesca se practica con menos frecuencia y para pescar utilizan la flecha y el timbó, que es una especie de planta que sacuden en el agua para atontar a los peces.
Al basar su economía en principios básicos de autoconsumo (elaboración de sus propias pertenencias - cestas, garrotes, arcos y flechas), no tienen relaciones comerciales con pueblos vecinos. Actualmente siguen utilizando motivos "decorativos" ancestrales en sus cuerpos, los cuales se estampan con ciertos pigmentos naturales. Utilizan un veneno llamado curare, que untan esparcido en la punta de las flechas para cazar su alimento. También consumen epená, que es una sustancia enteógena que utilizan en rituales curativos por los shamanes para comunicarse con los espíritus, se utiliza en poca cantidad y en polvo y se introduce en el shaman por medio de las fosas nasales con un palo hueco y se sopla.
VESTIMENTAS:
Debido a las condiciones climáticas, su vestimenta es muy sencilla. Se visten con fines ornamentales más que protectores; un hombre bien vestido no lleva nada más que unas cuantas cuerdas de algodón en muñecas, tobillos y cintura, y el prepucio sujeto a la cuerda de esta última. También usan ramas enrolladas al cuerpo que tienen el nombre de "guayuco".
La vestimenta de las mujeres es igualmente escueta. Generalmente, se pintan el cuerpo con muchos colores, principalmente rojo y negro además se ponen collares, plumas en la cabeza y atadas a los brazos y pendientes.
VIDA SOCIAL:
La vida social se organiza en torno a los principios tribales tradicionales: relaciones de parentesco, descendencia de los antepasados, intercambios matrimoniales entre familiares o grupos con un parentesco común y la autoridad transitoria de jefes distinguidos que intentan mantener el orden en la aldea y son responsables de establecer las relaciones de la comunidad con otras aldeas. El liderazgo suele estar vinculado al parentesco y los vínculos matrimoniales: los hombres grandes o líderes, proceden de las familias más numerosas de las aldeas. Según su ingenio, sabiduría y carisma pueden convertirse en autócratas, aunque la mayoría de los jefes se limitan a actuar como superiores ante sus iguales. No están exentos de limpiar los huertos, recolectar, cosechar, plantar y cazar.
Son al mismo tiempo pacificadores y valientes guerreros. La pacificación pasa a menudo por la amenaza o el uso de la fuerza, de ahí que la mayoría de los jefes tengan fama de waiteri o fieros.
CONTROVERSIAS:
A mediados de los años 1970 los garimpeiros (buscadores de oro independientes) comenzaron a entrar en el territorio yanomami. Donde estos garimpeiros se establecieron, mataron a miembros del pueblo yanomami a causa de conflictos de tierras. Además, las técnicas mineras de los garimpeiros causaron degradación medioambiental. En 1990 más de 40.000 garimpeiros entraron en tierras de los yanomami. En 1992 el presidente de Brasil Collor de Mello aceptó la inauguración de un Parque Yanomami tras una campaña internacional de presión de Survival International, antropólogos brasileños y otros, un proyecto que empezó a principios de los años 1970. Los gobiernos de Brasil y Venezuela no tienen programas adecuados para evitar la entrada de extraños en las tierras de los yanomani, por lo que buscadores de fortuna siguen entrando en estas tierras.
Controversias éticas han surgido sobre unas muestras de sangre yanomami tomadas por científicos como Napoleon Chagnon y su asociado James Neel para estudiarlas.3 Aunque las tradiciones religiosas de los yanomami prohiben guardar ninguna parte del cuerpo después de la muerte de la persona, no se avisó a los donantes que estas muestras de sangre iban a ser guardadas infinitamente para experimentos. Varias delegaciones prominentes de los yanomami, han mandado cartas a los científicos que están investigándolas, pidiendo que se les devuelvan las muestras de sangre. En cuanto los científicos hayan averiguado a quién enviarlas y cómo evitar riesgos sanitarios, se enviarán las muestras al Amazonas.
Miembros de la Asociación Antropológica Americana debatieron este asunto. Votaron 846 a 338 para rescindir un informe de 2002 sobre acusaciones de mala conducta por parte de eruditos estudiando a los yanomami. Esta discusión ha causado protestas después de que Patrick Tierney publicase “Oscuridad en El Dorado” en 2000. El libro acusó a los antropólogos de haber causado daño – y en algunos casos la muerte – de miembros del pueblo yanomami a quienes estudiaron en los años 60.
LA MASACRE HAXIMU:
La masacre Haximu fue un conflicto armado en el año 1993, en Haximu, Brasil, cerca de la frontera con Venezuela. Sin embargo, el informe 32/12 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, indica que las autoridades de Brasil y Venezuela se trasladaron al lugar de los hechos en los meses de agosto y septiembre de 1993, y determinaron que la aldea Haximu se encontraban en territorio venezolano. Unos 16 yanomami fueron asesinados por un grupo de garimpeiros.
En un boletín de noticias publicado el 7 de agosto de 2006 el Consejo Indigenista Misionario (CIMI) informa que:
“En una sesión plenaria, la Corte Suprema Federal de Brasil (STF) reafirmó que el crimen conocido como la "masacre de Haximu" (cometido contra los yanomami en 1993) fue un genocidio. Fue una decisión unánime que se tomó durante el juicio de apelación extraordinaria (RE) 351487.”
Al comentar este caso, la ONG Survival International dijo: “La convención de la ONU sobre genocidio, ratificada por Brasil, dice que la matanza ‘con la intención de destruir, enteramente o en partes, un grupo nacional, étnico, racial, o religioso’ es genocidio. La sentencia de la Corte Suprema es muy significativa y sirve como advertencia importante para aquéllos que continúan cometiendo crímenes contra pueblos indígenas en Brasil.
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