LOS CALORES EMPIEZAN A HACER NOTAR
LA ESCASEZ DE AGUA PARA EL RIEGO
Maimará - Los que más padecen la sequía son los productores agrícolas de la zona
En los agricultores de la región existe una preocupación por la sequía existente en la zona, desde hace días atrás que las aguas del Rio Grande son insuficientes para que todos los terrenos sean regados. Para el riego los agricultores se turnan para poder mojar la tierra de tal manera que la humedad persista por bastante tiempo y no perjudique la producción agrícola. Para el colmo las temperaturas son elevadas y aun no hay atisbos de una lluvia generosa.
El agua del Río Grande en la localidad quebradeña productora agrícola por excelencia debe repartirse en cinco canales de riego, tres de la zona del pueblo y dos en la zona de la Banda y apenas si puede alimentar a cada uno de ellos. Quienes se encuentran en el norte, es decir al inicio de los canales son los más favorecidos porque son los que tienen agua para sus sembradíos y aquellos que están mas cerca del pueblo para regar directamente tienen que hacer turnos. Los que productores que se encuentran al final de los canales deben salir de noche a buscar el agua, único momento que pueden alcanzar a regar un par de horas.
En esa búsqueda en algunas ocasiones existen enfrentamientos entre los mismos agricultores porque aquellos que van a buscar cuidan del agua celosamente y no quieren que nadie abra sus compuertas en el trayecto de las acequias desde la toma hasta los terrenos de ellos. Entonces para que haya continuidad en el flujo de agua deben ir de a dos o tres quinteros como los denominan en la zona y mientras uno de ellos se ocupa de regar, los otros recorren las acequias para que nadie desvíe al caudal de agua.
Durante el día es imposible regar los terrenos, son pocos los que pueden hacerlo cuando están trasplantando plantines de lechuga u otra especie. Para el colmo son los agricultores los que deben planificar el riego y entre ellos respetarse porque no existe una persona que de los turnos y que controle que haya igualdad en el uso del agua. Existe un juez de agua, pero es solamente para controlar la limpieza de los canales. Es un solo empleado del gobierno para los cinco canales existentes.
Todos los años para esta época la situación se torna crítica y los agricultores conocen los padecimientos que tienen que vivir para lograr obtener una buena cosecha. Son los que luchan constantemente para obtener agua y por ello es que por el arriendo de sus terrenos pagan un menor costo que los que se encuentran en la zona de San Pedrito. Para no padecer esta situación deberían los productores conjuntamente con las autoridades municipales locales gestionar ante el gobierno de la provincia la posibilidad de construir por lo menos una reserva de agua a través de represa en algún lugar del trayecto del canal para que todos tengan las mismas posibilidades de producción.
Hasta el momento existe una sola represa, pero la misma se encuentra dentro de terrenos privados (fue construida por manos privadas) y los agricultores no tienen acceso a la misma. Esa represa es una excelente idea para las épocas de baja o nula presencia de lluvias.
En estos tiempos el cielo es muy observado por los agricultores, quienes miran y esperan que las nubes que se posan arriba de los cerros sean una respuesta a sus pedidos de agua. A veces se nubla el cielo y parece que va a llover, pero son simples ilusiones.
En los agricultores de la región existe una preocupación por la sequía existente en la zona, desde hace días atrás que las aguas del Rio Grande son insuficientes para que todos los terrenos sean regados. Para el riego los agricultores se turnan para poder mojar la tierra de tal manera que la humedad persista por bastante tiempo y no perjudique la producción agrícola. Para el colmo las temperaturas son elevadas y aun no hay atisbos de una lluvia generosa.
El agua del Río Grande en la localidad quebradeña productora agrícola por excelencia debe repartirse en cinco canales de riego, tres de la zona del pueblo y dos en la zona de la Banda y apenas si puede alimentar a cada uno de ellos. Quienes se encuentran en el norte, es decir al inicio de los canales son los más favorecidos porque son los que tienen agua para sus sembradíos y aquellos que están mas cerca del pueblo para regar directamente tienen que hacer turnos. Los que productores que se encuentran al final de los canales deben salir de noche a buscar el agua, único momento que pueden alcanzar a regar un par de horas.
En esa búsqueda en algunas ocasiones existen enfrentamientos entre los mismos agricultores porque aquellos que van a buscar cuidan del agua celosamente y no quieren que nadie abra sus compuertas en el trayecto de las acequias desde la toma hasta los terrenos de ellos. Entonces para que haya continuidad en el flujo de agua deben ir de a dos o tres quinteros como los denominan en la zona y mientras uno de ellos se ocupa de regar, los otros recorren las acequias para que nadie desvíe al caudal de agua.
Durante el día es imposible regar los terrenos, son pocos los que pueden hacerlo cuando están trasplantando plantines de lechuga u otra especie. Para el colmo son los agricultores los que deben planificar el riego y entre ellos respetarse porque no existe una persona que de los turnos y que controle que haya igualdad en el uso del agua. Existe un juez de agua, pero es solamente para controlar la limpieza de los canales. Es un solo empleado del gobierno para los cinco canales existentes.
Todos los años para esta época la situación se torna crítica y los agricultores conocen los padecimientos que tienen que vivir para lograr obtener una buena cosecha. Son los que luchan constantemente para obtener agua y por ello es que por el arriendo de sus terrenos pagan un menor costo que los que se encuentran en la zona de San Pedrito. Para no padecer esta situación deberían los productores conjuntamente con las autoridades municipales locales gestionar ante el gobierno de la provincia la posibilidad de construir por lo menos una reserva de agua a través de represa en algún lugar del trayecto del canal para que todos tengan las mismas posibilidades de producción.
Hasta el momento existe una sola represa, pero la misma se encuentra dentro de terrenos privados (fue construida por manos privadas) y los agricultores no tienen acceso a la misma. Esa represa es una excelente idea para las épocas de baja o nula presencia de lluvias.
En estos tiempos el cielo es muy observado por los agricultores, quienes miran y esperan que las nubes que se posan arriba de los cerros sean una respuesta a sus pedidos de agua. A veces se nubla el cielo y parece que va a llover, pero son simples ilusiones.
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