MASACRE
DE ANIMALES SALVAJES EN EE.UU
REVELA
FALTA DE LEYES SOBRE SU TENENCIA
La masacre de 49 animales salvajes, incluyendo 18 tigres de Bengala en peligro de extinción, fugados de una reserva privada en el norte de Estados Unidos, reveló la falta de leyes en el país que regulen la propiedad de vida silvestre, un viejo reclamo de conservacionistas.
“Francamente, nadie debería tener estos animales en primer lugar, por lo que tenemos que tomar medidas para cambiar las leyes”, manifestó Adam Roberts, vicepresidente ejecutivo del grupo conservacionista Born Free USA.
“Estos animales deben estar en instalaciones acreditadas con personas que puedan manejarlos apropiadamente”, agregó.
Osos, leones, tigres, lobos y monos quedaron en libertad el martes a última hora de la tarde cuando su dueño, Terry Thompson, de 62 años, abrió las jaulas de su exótica granja en el condado de Muskingum, cerca de la ciudad de Zanesville, en Ohio (norte), y luego se pegó un tiro.
La policía, con orden de disparar “a quemarropa”, dijo que no tuvo más remedio que exterminar a los animales para proteger a las personas. “La seguridad pública es nuestra preocupación número uno”, destacó el comisario Matt Lutz.
A última hora del miércoles, de las 56 fieras liberadas, 49 habían sido abatidas por los agentes. Sólo seis de los animales fueron capturados vivos: un oso pardo, tres leopardos y dos monos. Otro mono podría seguir suelto, o haber sido comido por un león.
Las autoridades habían recibido más de una treintena de quejas desde 2004 sobre la reserva de animales exóticos de Thompson, entre ellas, la denuncia de que una jirafa rondaba una carretera, y de que un mono estaba trepado a un árbol. Además, el excéntrico dueño había sido acusado de maltrato animal.
Los conservacionistas han exigido durante años estrictas leyes de propiedad de vida silvestre, especialmente en Alabama, Idaho, Nevada, Carolina del Norte, Ohio, Carolina del Sur, Virginia Occidental y Wisconsin, donde no existen tales normas.
“Esos ocho estados que no cuentan con las regulaciones de inmediato deberían tener una orden ejecutiva del gobernador que prohíba la tenencia o venta de estos animales”, dijo Roberts. “Hay que parar a la gente que adquiere estos animales y punto”.
“¿Esto va a abrir los ojos de la gente en Ohio, que es uno de los peores estados en el país respecto a cuestiones de mascotas exóticas? Por supuesto, espero que sí, porque esto podría haber sido peor. Podría haber muerto gente”.
El congresista de Ohio, Dennis Kucinich, del Partido Demócrata, también se sumó a estos reclamos.
“Tengo la esperanza de que a la luz de esta tragedia reciente, el gobernador (John) Kasich preste atención a las llamadas de la Humane Society de Estados Unidos y del público y rápidamente promulgue restricciones apropiadas a la propiedad de animales exóticos”, dijo en una declaración por escrito.
El grupo Personas por el Tratamiento Ético de los Animales (PETA) pidió a los estados que establezcan una prohibición general sobre la propiedad privada de animales exóticos.
“La prohibición es realmente la respuesta a esto”, dijo a la AFP Delcianna Winders, de PETA. “Los ciudadanos simplemente no son capaces de dar a estos animales lo que necesitan”.
Para el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la pérdida de 18 tigres de Bengala es particularmente devastadora cuando el número de esos tigres en estado natural pasó de unos 100.000 a principios del siglo pasado a tan sólo 3.200 en la actualidad.
Leigh Henry, un destacado experto de WWF sobre los tigres en cautiverio, dijo a la AFP que se estima que en Estados Unidos hay unos 5.000 tigres, un 95% de ellos en manos privadas.
“En Ohio y en otros siete estados se puede ir y comprar un tigre sin ningún tipo de licencia o permiso”, explicó.
Unos pocos tigres están protegidos a nivel federal por la Ley de Especies en Peligro de Extinción y un mayor número, los que se utilizan con fines comerciales en circos o zoológicos, están regulados por el Departamento de Agricultura.
Pero la tenencia de la gran mayoría de los tigres está regulada a nivel estatal. La preocupación principal de WWF es que partes del cuerpo de estos animales se negocien en el mercado de la medicina tradicional.
El comercio internacional de productos de vida silvestre mueve unos 6.000 millones de dólares al año.
“Los productos silvestres son preferidos porque siempre son vistos como más puros y potentes”, explicó Henry. “Mientras haya mercado, la amenaza para los tigres salvajes aumentará”.
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