Originarios rechazan diálogo con Evo Morales y continúan protesta.
Originarios de la Amazonia de Bolivia: Hoy marchan 600 km en contra de una carretera financiada por Brasil que afectará un parque ecológico, rechazaron una invitación del presidente Evo Morales para dialogar y anunciaron que continuarán su caminata hasta La Paz, dijo este domingo una fuente oficial.
Morales les había pedido el sábado dialogar inmediatamente en la Sede de Gobierno para frenar la protesta de unas 1.250 personas.
"No vamos a ir a ningún diálogo, si él (Morales) quiere venir a la marcha que lo haga", dijo a la AFP por teléfono el dirigente del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), Ernesto Sánchez, tras evaluar la invitación gubernamental para dialogar.
Los nativos se encuentran en el poblado amazónico de San Ignacio de Moxos, a unos 500 km al noreste de La Paz, donde descansan desde el viernes, tras comenzar el lunes una marcha desde la ciudad de Trinidad, capital del departamento de Beni.
Tanto gobierno como aborígenes dicen que buscan el diálogo, aunque con fines diferentes: el poder Ejecutivo para convencerles de aceptar la vía de 300 km que cruzará el TIPNIS, en el centro del país, y los nativos para rechazar su construcción, que cortará en dos el parque ecológico que tiene en total de un1 millón de hectáreas.
El poder Ejecutivo maneja la posibilidad también de proponer rutas alternativas para aminorar el impacto ambiental.
El camino, que tiene un costo de 415 millones de dólares, del que un 80% es financiado por Brasil, unirá el poblado cocalero de Villa Tunari, bastión político de Morales, y San Ignacio de Moxos en la Amazonia.
La ruta ya es construida por la firma brasileña OAS, pero aún no llegó al TIPNIS, una región rica en flora y fauna y donde habitan varios pueblos indígenas desde tiempos ancestrales.
Sánchez dijo que "el lunes reiniciamos la marcha a La Paz, vamos a caminar unos 18 km el lunes y si no hay diálogo, si el presidente no viene, llegamos a La Paz" en unos 35 días más aproximadamente.
El vicepresidente Alvaro García, tras conocer la decisión, lamentó que no haya diálogo e insistió en la necesidad de conversar.
Los indígenas, para frenar la obra, denunciaron el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA), mientras el poder Ejecutivo dice que con la vía habrá desarrollo económico en la región.
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