ESTADOS UNIDOS: ANIMALES SALVAJES RECLAMAN SU TERRITORIO.
Verlos en vecindarios es recordatorio de que humanos han invadido su hábitat. El Departamento estatal de Pesca y Juegos de California, encargado de mantener a los animales salvajes en sus comunidades naturales,registra entre tres y cuatro incidentes por semana en el condado de Los Ángeles, donde los osos incursionan en vecindarios cercanos a las montañas.
La familia de osos que sorprendió a vecinos de Altadena tomando una larga siesta sobre los árboles, el oso que hizo correr a un hombre que salía de su casa en La Crescenta y el puma visto en esa misma zona, todos los incidentes ocurridos recientemente, no son un capricho de la naturaleza.
Es simplemente la reacción normal de los animales a la invasión de los humanos a su territorio.
“La gente está construyendo más y más viviendas al límite del Bosque Nacional Ángeles y otros lugares; está invadiendo territorios montañosos y por eso los osos y los leones de montaña están haciendo lo que están haciendo”, explica Andrew Hughan, vocero del Departamento estatal de Pesca y Juegos de California (CDFG).
Esta agencia, encargada de mantener a los animales salvajes en sus comunidades naturales, antes que asesinarles, registra entre tres y cuatro incidentes por semana en el condado de Los Ángeles, donde los osos incursionan en vecindarios cercanos a las montañas.
Tanta es su presencia en ciudades con zonas boscosas, que algunas fuerzas del orden han comenzado a registrar a los osos reportados por los residentes para sacrificarlos y no solo ahuyentarlos (en el verano de 2009, la Policía de Monrovia recibió más de 450 llamadas por este tipo de incidentes).
Y es que su población se ha triplicado desde 1980, según expertos, por una mayor capacidad para alimentar a sus crías y un descenso en la práctica de la cacería deportiva, el retorno a los lugares que habitaron hace unos años y una paulatina migración hacia los condados de Riverside y San Diego, a pesar de que éstos carecen de las condiciones climáticas y la vegetación preferida por estos mamíferos.
Casi todo está relacionado con la disponibilidad de alimento en las zonas residenciales, que obtienen primordialmente de los botes de basura. Hace 20 años, por ejemplo, una osa apenas tenía la capacidad física de alimentar a un cachorro, por la escasez de comida en las montañas. Ahora, los desperdicios de los humanos permiten que ellas amamanten a tres o cuatro oseznos a la vez.
Cifras oficiales indican que la cantidad de osos negros en California, que es incluso uno de los símbolos del estado, ha crecido en los últimos 25 años. En 1982 su población se estimaba de 10,000 a 15,000; actualmente, se calcula que hay entre 25,000 y 30,000 por toda la entidad.
Mientras esto sucede, que cada vez son menos los osos eliminados por deporte: en 2010 fueron cazados 1,503 osos (9 en el condado de Los Ángeles), que es 21% menos que un año anterior.
“Los osos se están moviendo dentro de las poblaciones donde ellos vivían hace 20 ó 30 años, como Riverside y San Diego”, dijo Hughan, resaltando que esto ha ocurrido a pesar de que el primer condado es caliente y seco, y el segundo no tiene la vegetación apropiada para estos animales.
“No es bueno para su hábitat, pero si es lo que necesitan para obtener comida, lo harán. Se están moviendo en esa dirección, pero no en un gran cantidad migratoria”, resaltó.
La semana pasada, una osa y sus dos crías fueron vistos en un barrio de Altadena hurgando en un bote de basura y comiendo los restos de un pastel. Posteriormente, con su característico paso sereno, los tres animales treparon a unos árboles para tomar una siesta. Luego regresaron al bosque.
A mediados de abril, un habitante de La Crescenta se topó cara a cara con un oso negro de 400 libras cuando salía de su vivienda. Tardó en percatarse de la presencia del enorme mamífero porque enviaba un mensaje de texto. A penas lo vio, contó Vaz Terdandenyan a la prensa, “me di la vuelta y corrí por mi vida”.
Poco antes, los residentes del lugar habían reportado la presencia de un león de montaña o puma, cuya dieta ha cambiado radicalmente por los cambios geográficos y la ausencia de venados, que era su dieta principal. Ahora ha empezado a comerse los animales que encuentra a su paso, entre ellos perros y gatos.
A diferencia de los osos, cuyos encuentros con los humanos sólo han terminado en mordidas y lesiones sin consecuencias fatales (12 ataques se han registrado desde 1980), los pumas han matado a tres personas desde 1994, en los condados de El Dorado, San Diego y Orange.
El último ataque de estos felinos en el área de Los Ángeles ocurrió en marzo de 1995, específicamente en las montañas de San Gabriel. La víctima, un hombre de 27 años, sufrió heridas no graves.
Los osos, en cambio, han sido menos agresivos. En julio de 2003 un excursionista que acampaba en el Bosque Nacional Ángeles fue derribado por un oso negro que intentó quitarle la mochila. Luego de permanecer sobre él un par de segundos, el animal lo empezó a arrastrar. Entonces, el hombre le lanzó piedras y le gritó, hasta que el mamífero se alejó. El campista sólo terminó con golpes leves.
****************************************************************************************************************
EN PUERTO RICO SE PROMUEVE RESCATE DEL MANATÍ.
La escasez de recursos no parece ser un impedimento para un centro universitario de Puerto Rico que lucha desde hace años por la supervivencia en el Caribe del manatí, el simpático mamífero acuatico amenazado en todo el mundo por la acción del hombre.
El biólogo Antonio Mignucci lleva más de dos décadas trabajando por la supervivencia de esta especie, la popular vaca marina, así conocida por su peculiar forma y que habita en las costas del Caribe, la cuenca del Amazonas y las costas de África.
La labor de asesoramiento de este científico puertorriqueño trasciende el continente americano y hoy es referencia para biólogos y otros especialistas de todo el mundo, que requieren de su experiencia para la defensa de la especie.
PELIGRO DE EXTINCIÓN
Este animal mamífero marino completamente herbívoro, que llega a medir en edad adulta hasta tres metros de largo y alcanza un peso que puede superar fácilmente la media tonelada, está amenazado por la contaminación de las aguas, los accidentes con redes de pesca y, sobre todo, el impacto de las embarcaciones.
La docilidad del mamífero, cuyo predador es el hombre, al que aún así no teme, le hace exponerse en muchas áreas de su hábitat a los golpes de las embarcaciones y a su caza indiscriminada, lo que ha provocado en pocos años una drástica reducción en el número de ejemplares.
La especie sufre peligro de extinción en el Caribe y Puerto Rico, territorio en el tan sólo quedan cerca de 600 ejemplares, cifra que contrasta con los entre 3.000 y 4.000 que Mignucci calcula que son necesarios para su supervivencia en la isla caribeÒa.
“GUACARA”
“Guacara” es un ejemplo viviente de los problemas que encaran los manatíes en América. Se trata de un ejemplar procedente de Florida, donde fue golpeado en 2008 por una embarcación en el río Wakulla, lo que le dejó cicatrices en el lomo y lesiones en el diafragma y los pulmones.
Hoy descansa apaciblemente en el Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico de la Universidad Interamericana de Bayamún que dirige Mignucci, donde cada día engulle cerca de 25 kilos de verduras y frutas.
“Guacara”, que ejerce en el centro de padre sustituto de crías huérfanas de la especie, no es el único inquilino del centro, donde también se cuida con mimo a la cría “Aramana”, rescatada el pasado mayo en una playa de Dorado, localidad del norte de la isla caribeña.
Los cuidados de ambos precisan del trabajo de este equipo de 30 personas, que cada dÌa contribuyen a hacer realidad este proyecto científico de rescate de ejemplares, conservación y educación a la ciudadanía.
LEGISLACIÓN
Sólo en Puerto Rico, durante los últimos años, han muerto cerca de diez ejemplares, lo que originó que tanto las autoridades de la isla como de Estados Unidos aprobaran leyes que actualmente prohíben la caza de este mamífero.
En otros países de la zona la situación de la especie es mucho más comprometida debido a la falta de concienciación social y la laxitud de las autoridades.
Ese es el caso de la vecina República Dominicana, donde, incluso, hay menos manatíes que en Puerto Rico, a pesar de que cuenta con costas mucho más extensas.
Los parientes del manatí antillano que viven en las aguas costeras del sur de Estados Unidos, México, Centroamérica, Venezuela y el norte de Brasil afrontan problemas parecidos.
Los manatíes raramente se alejan de las costas, lo que les convierte en un blanco fácil para cazadores, a lo que hay que sumar el peligro que suponen las embarcaciones y la contaminación de las aguas debido a la acción del hombre.
El animal flota cerca de la superficie y puede aguantar bajo el agua hasta veinte minutos, aunque generalmente sube a respirar cada cinco minutos.
Con el fin de luchar contra su extinción, Mignucci puso en marcha en 1989 un proyecto que desde hace tres años se coordina en las instalaciones del centro en Bayamún, en el área metropolitana de la capital puertorriqueña.
Mignucci lucha por arrancar aportaciones a los patrocinadores que contribuyen a reunir los cerca de 250.000 dólares anuales necesarios para mantener abierto este centro pionero en el Caribe y desde el que se da apoyo y formación también a la comunidad científica de varios países latinoamericanos, en especial Colombia y Perú.
“Solo en comida para los manatíes nos gastamos anualmente 40.000 dólares”, dice Mignucci, rodeado de su equipo de colaboradores, estudiantes de los últimos años de la carrera de Biología de la Universidad Interamericana y otros centros docentes de la isla.
La labor del centro se centra en la investigación, rescate de estos animales y educación a la ciudadanía sobre el peligro en que se encuentran este inocente herbívoro.
Los problemas para los manatíes se suelen multiplicar cuando en las localidades cercanas a sus hábitats el progreso favorece la proliferación de embarcaciones de recreo.
Muchos propietarios de barcos no toman las medidas de seguridad mínimas y terminan causando graves daños a los manatíes, heridos por las hélices de las lanchas que surcan las costas de muchas islas del Caribe.
La especie ha reaccionado al verse amenazada con la modificación de sus pautas de conducta reproductiva, lo que ha llevado a las hembras a adelantar entre cinco y ocho años la edad de alumbramiento de las crías.
La modificación de la conducta reproductiva ha provocado que las jóvenes hembras no sepan en mucho casos cómo comportarse con sus crías, más expuestas ahora a no sobrevivir en los primeros años de vida.
REFERENCIA INTERNACIONAL
Este centro puertorriqueño es hoy referencia para algunos países latinoamericanos que no cuentan con recursos.
Así, el centro ha dado formación a lo largo de los últimos años a científicos del ACOBIA-DWA ZOO, en el área amazónica de Iquitos (Perú), donde se desarrolla un proyecto de rescate de crías de manatées.
Mignucci y su equipo han ayudado también a biólogos colombianos interesados en los manatíes de la Fundación Omacha, organización no gubernamental dedicada a la investigación y conservación de recursos naturales con énfasis en ecosistemas acuáticos.
La labor de asesoramiento de este centro puertorriqueño también ha incluido al Acuario de Santo Domingo de la República Dominicana.
El Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico prepara una ampliación para el próximo verano con la construcción de nuevas piscinas, lo que permitir· el cuidado de hasta seis manatíes en sus instalaciones al mismo tiempo.
El manatí habita ríos y estuarios de la cuenca del mar Caribe y formaba parte de la dieta de los taínos, los indígenas que habitaban Puerto Rico antes de la llegada de los españoles.
****************************************************************************************************************
TORTUGAS MARINAS EN PELIGRO DE EXTINCIÓN SON PROTEGIDAS EN VENEZUELA.
Las tortugas marinas son especies amenazadas de la fauna que se encuentran en peligro de extinción en el planeta, ya que son perseguidas de manera indiscriminada por el hombre para utilizar sus huevos y carne.
De acuerdo a los estudios científicos, un nido que contiene 100 huevos, solamente de uno a cinco tortuguillos que logran salir del cascarón, sobrevivirá hasta la madurez, por la cantidad de depredadores.
Ante esta situación, el Gobierno venezolano a través del Ministerio del Ambiente (Minamb), desarrolla un Plan de Conservación y Manejo de Tortugas Marinas (2008), para garantizar la vida de estos quelonios del ecosistema marino en su territorio.
En el estado Vargas, el plan comprende en una primera etapa un proceso de capacitación y sensibilización de los pobladores costeños sobre la necesidad de proteger estos animales para evitar su desaparición. Otra fase comprende un sistema de protección de las tortugas desde el momento del desove, anidación, hasta su liberación.
Reptiles de Gran Tamaño
Las tortugas son reptiles de gran tamaño llegan a ser hasta de dos metros y viajan en el mar a una velocidad de 30 kilómetros por hora.
Comienzan a reproducirse a los 25 años, para este fin el apareamiento ocurre en el mar, pero la puesta de huevos sucede en las playas donde nacieron, con características particulares dependiendo de cada especie.
Entre las especies protegidas por el programa se encuentran: cardón (Dermochelys coriacea), carey (Eretmochelys imbricata) y caguama (Caretta caretta), que desovan en la entidad.
Amenazas para la supervivencia
Los huevos y tortuguillos pueden ser atacados por cangrejos, aves, peces, mamíferos terrestres y marinos, y especialmente por la acción del hombre a través de la caza furtiva y pesca incidental.
La supervivencia de las tortugas marinas se agrava con la recolección de huevos para el consumo, por ser considerados afrodisíacos.
Otro flagelo que sufren los quelonios, es el tráfico de nidos para su venta, el cual no permite que llegue a nacer, generando así la desaparición progresiva de la especie para las generaciones futuras.
Comunidad participa en conservación
Un avance significativo en la preservación de estas especies marinas en el litoral venezolano, es que las comunidades organizadas se han integrado con el Minamb en el programa de protección del animal.
En este sentido, las habitantes reciben capacitación a través de charlas, talleres, foros, conversatorios, mediante la acción de los servidores públicos de la Dirección Estadal Ambiental en Capital y Vargas, quienes imparten conocimientos sobre el ciclo de vida de las tortugas y la legislación que las protege.
También ejecutan jornadas de limpieza en las playas de anidación, pernotas del personal técnico en el sitio de desove, capacitación de pobladores locales en las diferentes actividades y fases del proyecto.
La participación protagónica de los consejos comunales La Virginia, La Sabana y el Consejo de Pescadores, aledaños a la anidación de las tortugas, ha sido determinantes al ponerse al frente del voluntariado vigilante del cuidado de la especie.
Centro de asistencia en La Sabana
Como resultado de la alianza entre el Minamb, Banco Central de Venezuela, centros educacionales y comunidad en general, recientemente se logró la construcción de un nidario artificial y centro de atención de contingencias de tortugas marinas en el sector La Sabana. El centro de atención es administrado por la comunidad y bajo la supervisión técnica de funcionarios especializados.
El Plan de Conservación y Manejo de Tortugas Marinas en el estado Vargas, está incluido en el “Proyecto de Decreto del Plan de Ordenación del Territorio del estado Vargas”, lo cual permite la protección y conservación de estas especies bajo la perspectiva de un desarrollo sustentable.
De allí que las autoridades nacionales, regionales y municipales, como la Gobernación y Alcaldía de Vargas, Insopesca, Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Protección Civil y Guardia Costera, colaboran activamente la ejecución del proyecto conservacionista de biodiversidad, garantizado de esta manera el éxito del programa en la región.
No hay comentarios:
Publicar un comentario