DENUNCIAN DETENCIÓN DE
INDÍGENAS QUE SE OPONEN A LA MINERÍA EN EL NORTE POTOSÍ.
50 policías armados detuvieron a las 04.00 horas de este sábado a autoridades originarias de la comunidad Mallku Khota de la Marka Sakaka del Norte Potosí, que se oponen a la actividad minera en esa región, quienes fueron sacados de sus viviendas de forma sorpresiva y al momento se desconoce el paradero de los indígenas, denunció el curaca Mayor Cancio Rojas a Erbol.
05/05/2012. La empresa South American Silver, a la que el gobierno entregó una concesión minera, logró dividir a la población y cuenta con el apoyo de la policía.
Según Cancio la detención de los originarios se produjo con el apoyo de los pobladores del lugar que respaldan la exploración minera que efectúa la empresa South American Silver en el cerro Mallku Khota. Pero las autoridades originarias denunciaron que la minería provocará contaminación en la zona porque se puso en marcha sin previa consulta a los originarios del lugar que es una TCO (Tierras Comunitarias de Origen).
"Esta mañana a las cuatro de la mañana han sido detenidos por la policía y la gente que está comprada por la empresa minera que explora en el cerro de Mallku Khota (...) las mujeres han sido golpeadas por la policía y las autoridades originarias han sido capturadas y otros han escapado", aseveró el originario en contacto telefónico con Erbol.
Contaminación de agua
El curaca Mayor, Cancio Rojas, explicó que la empresa South American Silver, a la que el gobierno entregó una concesión minera, logró dividir a la población y cuenta con el apoyo de la policía.
Aseveró que se oponen a la actividad minera en su territorio porque provocará la contaminación del agua que emana del cerro Mallku Khota, mismo que benéfica a los pobladores de más de 30 comunidades.
"Capturaron a las autoridades originarias y líderes que no quieren la contaminación del medio ambiente. Hay fuentes de agua en el cerro y provee con este líquido a más de 30 comunidades que están alrededor de Mallku Khota", manifestó.
Cancio dijo que al momento se desconoce dónde fueron llevados los indígenas y temen por sus vidas, por lo que pedirán ayuda al Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) organización indígena a la que están afiliados.
"Vamos a coordinar con nuestras autoridades mayores del CONAMAQ, con Charkas Qara Qara, porque estaban haciendo gestión para que la empresa se retire pero el gobierno no ha escuchado porque está muy comprometido con la empresa porque están preparando un megaproyecto y a la fuerza nos quieren quitar nuestro territorio", puntualizó.
LOS
MINEROS DE POTOSÍ ATRAPADOS ENTRE UNA CORTA VIDA Y LA POBREZA DE SIEMPRE
EL TRABAJO GENERALMENTE SE DESARROLLA EN ESPACIOS DONDE EL
AIRE ESTÁ CONTAMINADO, LLENOS DE CHARCOS DE AGUA TÓXICA Y HUECOS DE TÚNELES
SOSTENIDOS POR ANTIGUAS VIGAS QUE NO CEDEN MILAGROSAMENTE.
La mayoría de los mineros del gigantesco yacimiento argentífero, que tiene 619 bocaminas, trabajan en condiciones extremas de inseguridad laboral y por poca paga desde hace varias generaciones, y sin que se hayan producido en sus vidas cambios sustanciales. Una visita a la mina San Miguel del Cerro Rico permite recoger testimonios al respecto, constatar el peligro diario a que se exponen los mineros, ver a adolescentes explotados y buscar una explicación al culto que los mineros tributan al diablo a cambio de protección.
Muchos coinciden con resignación en que la media de vida de los mineros es de 40 años debido a enfermedades como la silicosis causada por respirar el polvo de sílice o el asbesto, con cuyas fibras puede uno chocar al pasar agachado por los túneles.
Iván Condori, perforista de 36 años, sabe del peligro que asume, pero invita a 'tener fe en el Tío (el Diablo) para que no pase nada en la mina y en Dios saliendo de ella' para sobrevivir al pronóstico y sin 'renegar' sobre la vida sacrificada del minero. En su mejor momento, Condori, que llegó a ser 'segunda mano' o asistente de jefes de la mina, ganaba un equivalente mensual a entre 424 y 565 dólares (288 y 384 euros), pero actualmente sus ingresos han bajado a la mitad por la baja de las cotizaciones de los minerales. Condori como todos los mineros bolivianos creen que están fuera de peligro si gozan de la protección del diablo, al que consideran 'amo, dueño y señor de las bocaminas, los minerales y la vida de los mineros'.
De esa forma, se expresa el ex minero Antonio Ferrufino, de 29 años, convertido ahora en guía de turistas, mientras hace ofrendas con coca, tabaco y alcohol a dos estatuas de barro que representan a diablos, como otros centenares que existen en todo el Cerro Rico. En general, la mayoría de los obreros son peones, entre ellos muchos adolescentes, que ganan siete dólares diarios por empujar diez toneladas de tierra en vagones en el interior del Cerro.
El trabajo generalmente se desarrolla en espacios donde el aire está contaminado, llenos de charcos de agua tóxica y huecos de túneles sostenidos por antiguas vigas que no ceden milagrosamente. Andrés Cano, de 45 años, advierte que es mejor ganar poco que trabajar en parajes contaminados o de difícil acceso, pero reconoce que son los preferidos por los más jóvenes que esperan una mayor paga. 'Hay gente joven que entra allí a trabajar a sus 20 años y en cuatro o cinco años están apenas (sosteniéndose de pie)', alerta.
La inseguridad laboral se afronta con naturalidad por los mineros, los empresarios o los mismos potosinos que, pese a tener claro y repetir que la esperanza de vida de un minero es de 40 años, no han logrado promover cambios sustantivos sobre esa realidad.
'Nuestro pueblo no tiene mucha esperanza de superar estas situaciones. Es el peso de la tradición que nos hace vivir igual y nos hace (decir) así hemos sido y así seremos, es una resignación. Yo le llamo: la tiranía de la resignación', comentó al respecto, el obispo de Potosí, Walter Pérez.
El obispo también ha reclamado a los empresarios potosinos que hicieron fortuna en el Cerro Rico hacer inversiones en su ciudad y no en otras regiones de Bolivia con el propósito de crear alternativas laborales para los jóvenes potosinos. 'Lo lastimoso es que gente que logra patrimonios económicos considerables lo invierten fuera de Potosí, construyen edificios, hoteles y tienen equipos pero trabajan en otras partes', apunta.
Se trata, según el obispo, de 'una interrogante muy profunda' el por qué los potosinos no invierten en su tierra, al igual que muchos otros se preguntan cómo la riqueza de plata extraída del Cerro en 464 años no ha convertido a Potosí en una de las ciudades más importantes de Bolivia y elevado el nivel de vida de su población.
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