PEQUEÑOS RELATOS DE NUESTRA VIDA DIARIA
POR: RICARDO "el awka" QUIROGA
LA SEÑALADA
La señalada, en casa de la abuela Rufina es dos veces al año, la primera es para el carnaval y la otra para fines de agosto, dice que es para ver si hubo suerte o no, también para ir viendo cuanta hacienda le quedara después del reparto a los hijos.
La señala comienza muy temprano, con el enfloramiento del corral y del dueño, en la casa se prepara comidas y bebidas, algún hijo recibe a la visita dándole un vaso lleno de chicha y un puñau de coca, y en el corral piden permiso a la pacha.
La Rufina, así es como la llaman todos, se encarga de florar la oreja derecha de cada oveja, cabra y llama, con una flor echa de lana de colores, ya que cada año se va cambiando, ahora le toca al rojo, flor que llevaran cada animal en su oreja.
Toda la tarde, la noche llega, y con ella el baile al son de las cajas y erkenchos, la Rufina danza como una joven, su caja y la banderita blanca son señal de que hubo una buena multiplicación de los animales, por hoy, la alegría no acabara.
MINERO DE RINCONADA
Ya no quiere recordar su juventud, una lagrima recorre en su ser cuando habla que fue minero, su piel gastada, por el sol, el frio, la lluvia, en su mirada se puede ver lo difícil que fue su vida, el tata Lorenzo en silencio esta.
Mientras mastica su coca, como si su sombra supiera de la tristeza, llora tras de el, solo se a quedado, sus hijos se fueron a la ciudad, y su fiel compañera, ya murió, el tata Lorenzo tiene su mirada sin rumbo, solo espera el momento.
Su juventud bajo la tierra paso, la pala y el pico fueron sus armas, la extracción de plata, oro, zinc, plomo fueron su satisfacción, que hoy de nada lo sirve por que solo se a quedado, su esfuerzo fue ejemplo, ahora esta enfermo.
Solo espera el día para encontrarse con su compañera de toda la vida, minero que dejo sus pulmones en los socavones, que hoy es jubilado por obligación, pero minero de profesión, sentado en el rincón del patio, tata Lorenzo esta.
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