CANADÁ: AMBIENTALISTAS GANAN BATALLA CONTRA PRUEBAS NAVALES EN LA COSTA DEL OCÉANO PACÍFICO.
Una demanda se opone a los ejercicios navales que podrían ser perjudiciales para los animales marinos y su hábitat.
Grupos ambientalistas y ecologistas canadienses han recibido respaldo jurídico al introducir una demanda en EE.UU. que busca detener los ejercicios con sonares de la Marina de EE.UU que amenazarían a las ballenas en la costa oeste del pacífico.
Margot Venton, abogado de Ecojustice, manifestó la importancia que los tribunales de EE.UU. puedan apreciar que el ruido del mar es un tema emergente en Canadá, ya que afecta a las ballenas en peligro de extinción en las aguas compartidas del mar de Salish.
“Las preocupaciones sobre el ruido submarino son amplias”, señaló, “e incluyen no sólo que el sonar causa problemas, además la continua expansión del Puerto de Vancouver y el aumento de la navegación a través del hábitat de las ballenas orcas”.
El National Marine Fisheries Service, que está siendo demandado por el grupo canadiense Ecojustice y otros grupos en los EE.UU. para la suspender la aprobación de los ejercicios navales, logrando así un avance importente en esta campana conservacionista.
La corte de distrito de EE.UU, en California, ha declarado que la “perspectiva diferente y más información” proporcionada por los canadienses “puede ser útil para el tribunal”, y ha permitido que su comunicación escrita sea introducida.La NMFS (siglas en ingles) tiene hasta el mes de abril para responder.
Ecojustice, con la asistencia de la Clínica de Derecho Ambiental de la Facultad de Derecho de Stanford, afirma además en su comunicación que las ballenas azules y lasballenas jorobadas son otras especies marinas en peligro que pueden verse afectadas por los ejercicios del sonar en la costa.
“Los esfuerzos de Canadá por sí solos no serán suficientes para proteger y recuperar estas especies”, dice Ecojustice. “Las actividades navales de prueba en el lado estadounidense de la frontera claramente podría socavar los esfuerzos de Canadá para conservar las ballenas y para protegerlas de perturbaciones acústicas.”
El informe dice que las regulaciones canadienses destinadas a proteger el hábitat crítico ballena prohibibe “las perturbaciones acústicas que podrían destruir hábitats críticos, por ejemplo, que los hagan no aptos” para las ballenas asesinas residentes.
El problema lo representa la solicitud de la Marina de Estados Unidos por cinco años que autorizaría actividades tales como ejercicios de torpedos y anti-submarinos, además del uso de sonar en la costa noroeste cerca de la frontera con Canadá, y que se extienden hasta el norte de California.
Grupos estadounidensespor su parte afirman en documentos legales: “Como parte de estos ejercicios, la Marina repetidamente emitirá alta intensidad las ondas sonoras en una vasta extensión de mar, que contiene algunos de los hábitats marinos más biológicamente productivos en los EE.UU. y pueden ocasionar la muerte o lesionar a las ballenas, delfines, peces y tortugas marinas “.
Están pidiendo a la corte que obligue NMFS a “cumplir con sus obligaciones” en virtud de la Ley de Especies en Peligro de Extinción y la Ley de Protección de Mamíferos Marinos y a sus actividades de una manera que se proteja a estos animales y su hábitat de cualquier daño. ”
Al parecer una ballena orca joven varada y muerta el 11 de febrero 2013 en Long Beach, Washington fue el detonante para esta denuncia ya que se sospecha que una explosión bajo el agua o sonar naval fue el causante aunque la causa exacta no ha sido determinada.
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CALENTAMIENTO GLOBAL AFECTA VIDA COTIDIANA EN ESTADOS UNIDOS.
El calentamiento global ha cambiado ya la rutina de los estadounidenses y afecta su forma de vida, según un voluminoso informe encargado por el gobierno federal.
Una comisión especial de científicos convocada por el gobierno estadounidense emitió un informe de 1.146 páginas que detalla la forma en que el cambio climático afecta ya la salud, la vivienda y otros aspectos de la vida diaria estadounidense. Advierte que esas variaciones aumentarán en el futuro.
“El cambio climático afecta todo lo que hacemos”, dijo uno de los autores del informe, Susan Cutter, directora del Instituto de Investigaciones de Materias Tóxicas y Vulnerabilidad, en la Universidad de Carolina del Sur. “Afecta dónde se vive, dónde se trabaja, dónde se divierte y la infraestructura necesaria para todas esas cosas. Es algo más que los osos polares”.
El informe enfoca el tema del medio ambiente global y explica qué significa para las diferentes regiones de Estados a Unidos, los diversos sectores de la economía y las futuras generaciones.
La Valoración Nacional del Clima no indica lo que debe hacerse ante el calentamiento global. El asesor científico de la Casa Blanca John Holdren escribe que ayudará a los dirigentes, reguladores, planificadores municipales e incluso a los agricultores qué hacer para encarar con los cambios que se avecinan. Y el cambio climático es algo más que elevadas temperaturas, según el informe.
“El cambio climático inducido por los humanos es mucho más que un clima más caliente”, dijo el informe, mencionado el aumento del nivel del mar, intensas lluvias, derretimiento de los glaciares y el permafrost, así como tormentas más intensas.
“Estos cambios y otros cambios climáticos han afectado y continuarán afectando la salud humana, suministro de agua, la agricultura, el transporte, la energía y muchos otros aspectos de la sociedad”.
El informe usa la palabra “amenaza” o variaciones de ella en 198 ocasiones y versiones de la palabra “alteración” otras 120 veces.
De describirse todos los aspectos de los cambios de la vida y los que seguramente serán alterados por el cambio climático serían fácilmente más de 100, dijeron dos de los autores del informe.
El escrito, redactado por 240 científicos, es requerido por ley cada cuatro años. El primero apareció en el 2000 y el próximo en el 2009. Es pagado por el contribuyente estadounidense.
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MÉXICO NO SABE QUÉ HACER CON EL MERCURIO
En la cuenca del río Coatzacoalcos, en el sur de México, el mercurio se palpa, se inhala, se siente, mientras la población de la zona está alerta ante sus indeseados vecinos: complejos refinadores y petroquímicos que emiten la tóxica sustancia a la atmósfera y al agua.
“La gente está preocupada por la situación y pide respuesta. Estamos conversando con las comunidades para tomar acciones fuertes”, según dijo desde la zona el activista Isaúl Rodríguez, dirigente de la Asociación de Productores Ecologistas Tatexco.
La agrupación no gubernamental integra a unas 2.500 personas, cuya actividad es afectada por la convivencia con plantas petroquímicas y refinadoras establecidas en la cuenca, en el sudoriental estado de Veracruz.
Su situación ilustra los problemas de la generación y manejo del mercurio que afronta México, cuando en Ginebra se celebrará, entre el 14 y el 18 de este mes, la quinta y última ronda de negociaciones para establecer un Tratado Internacional sobre el Mercurio, que será el primer convenio global y vinculante sobre el manejo de este metal pesado y tóxico.
El estudio “Industria química y petroquímica en la cuenca del río Coatzacoalcos, México. La concentración de mercurio en el cabello de los pobladores locales en el contexto de las negociaciones del convenio internacional”, difundido el miércoles 9, abundó en argumentos para la preocupación.
La investigación halló que las 22 muestras tomadas en la zona registraron en promedio 1,7 veces más que la dosis de referencia de una parte por millón de la estadounidense Agencia de Protección Ambiental (EPA).
Los resultados “nos hacen pensar con preocupación sobre el problema que enfrentamos. La gente se pregunta si se va a morir o qué va a pasar, si va a buscar una alternativa médica. Es un problema social y económico difícil de resolver”, señaló el director de la no gubernamental Ecología y Desarrollo Sostenible en Coatzacoalcos, Lorenzo Bozada.
El experto participó en la toma de muestras y la elaboración del informe, junto con otras dos organizaciones independientes: el mexicano Centro de Análisis y Acción en Tóxicos y sus Alternativas (CAATA) y la checa Asociación Arnika.
El informe pertenece al Proyecto Mundial de Monitoreo de Mercurio en Peces y Comunidades, coordinado por la Red Internacional para la Eliminación de los Contaminantes Orgánicos Persistentes (IPEN, en inglés) y el estadounidense Instituto de Investigación sobre Biodiversidad (BRI, en inglés).
La zona estudiada abarca 25 municipios, con una población cercana a los dos millones de personas y actividades económicas que incluyen la pesca, la ganadería y el cultivo de maíz, calabaza y frutas.
En Minatitlán, en la ribera de la cuenca, está la estatal refinería General Lázaro Cárdenas, que procesa 285.000 barriles diarios de crudo, mientras que en la cercana Coatzacoalcos, de igual nombre que el río, se ubica la también estatal Petroquímica Pajaritos, en cuyo complejo funciona una planta privada de cloro álcali que consume mercurio.
La exposición al mercurio, presente de forma natural en el aire, el agua y los suelos, puede dañar los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel y los pulmones, riñones y ojos. Además, es peligroso para el desarrollo neurológico del feto.
Por la acción de bacterias y microorganismos, se transforma además en metilmercurio, que suele acumularse especialmente en los peces.
El elemento tóxico se deposita en el agua y el suelo mediante el uso de fertilizantes, la explotación minera de oro artesanal y de pequeña escala, la utilización de aparatos médicos, como termómetros, y focos ahorradores de energía.
El caso de la cuenca del Coatzacoalcos no parece aislado dentro del país, aunque los datos disponibles sean insuficientes.
El estudio de 2012 “Patrones de concentraciones de mercurio globales en mariscos y su relación con la salud humana”, de David Evers, Madeline Turnquist y David Buck, todos investigadores del BRI, indica que las mayores concentraciones del metal aparecen en los golfos de California y de México, en la frontera con Estados Unidos.
“La política mexicana es débil. Falta un programa más sistematizado sobre la presencia de mercurio a nivel nacional y profundizar en áreas críticas, como la de la cuenca”, sostuvo ael director de CAATA, Fernando Bejarano, antes de viajar a Ginebra para la negociación final del tratado, impulsado desde 2009 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
La alianza internacional Mercury Watch da cuenta que la minería aurífera artesanal y de pequeña escala emitió en México 7,5 toneladas de mercurio en 2010, cuando este país exportó 134,24 toneladas del toxico componente e importó 13,89 toneladas, casi todas de Estados Unidos.
El “Informe sobre el mercado de mercurio en México”, elaborado en 2011 por José Díaz a petición de la Comisión para la Cooperación Ambiental para América del Norte, estima reservas de casi 27 millones de toneladas de desechos mercuriales, en minas y de la industria cloroalcalina.
El comercio del tóxico metal implica retos para México, pues la Unión Europea veta su venta al exterior desde 2011 mientras que Estados Unidos comenzó a aplicar restricciones a las exportaciones desde el inicio de este año, lo que dificulta que este país adquiera el componente.
La política mexicana se ha concentrado en estudiar la situación interna del mercurio y el retiro de su uso en hospitales, como lo revela la carta enviada al PNUMA en agosto de 2010, cuando este país se sumó a la Alianza sobre Productos con Mercurio. Pero no aborda su reciclaje.
En otra misiva, enviada el 31 de agosto por la Dirección General para Temas Globales de la Subsecretaría para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos a la División de Tecnología, Industria y Economía del PNUMA, el gobierno mexicano informó que los límites mínimos de reporte para emisiones y transferencias de mercurio y sus compuestos son uno y cinco kilogramos/año, respectivamente.
“Pemex (estatal Petróleos Mexicanos) debe comprometerse a reducir y controlar las liberaciones de mercurio, pues tiene una deuda ambiental histórica con los pobladores de la región. La Secretaría (ministerio) de Salud debe una evaluación clínica y epidemiológica de los impactos y reducir la exposición”, planteó el experto Bozada.
La red IPEN crítica que el borrador del tratado en negociación no exige el saneamiento de un sitio contaminado, el pago de biorremediación y la compensación a víctimas de accidentes. Además, excluye de compromisos al sector de los hidrocarburos.
“México debería lograr mejores compromisos en estos sectores”, demandó Bejarano respecto al acuerdo que está previsto que firmen en octubre los 128 estados participantes en la negociación.
Pero para productores como el veracruzano Rodríguez, el tratado es una entelequia y las alternativas son escasas. “Primero se puede vedar la pesca, para que los pescadores no se expongan, y luego hace falta que las empresas que contaminan ayuden a la gente”, exigió.
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