Marcha indigena devela contradicciones y tensión
2.000 indígenas que marchan desde hace 21 días
La Paz, Bolivia - Bolivia vive uno de los momentos más contradictorios de la política pública y esto ha sido puesto en evidencia por casi 2.000 indígenas que marchan desde hace 21 días hacia la sede de gobierno. Hombres y mujeres, niños, niñas y personas ancianas están recorriendo a pie 602 kilómetros, en protesta por el avasallamiento de su territorio y de la "Madre Tierra".
Por un lado, el gobierno de Evo Morales y él mismo se han declarado acérrimos defensores de la "Madre Tierra". En el Foro Global por la Vida, la Justicia Ambiental y Social, realizado en Cancún en diciembre de 2010, el mandatario boliviano incluso convocó a gritar "¡planeta o muerte!, porque el mundo se puede literalmente acabar si continuamos con el actual modelo".
Pero, por otro lado, el propio Presidente impulsa la construcción de una carretera que pasará por el medio del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), habitado por los pueblos yuracaré, chimán y moxeño que sumaban más de 12 mil personas en el último censo de 2001. La también área protegida, que abarca 1,2 millones de hectáreas, alberga a 108 especies de mamíferos, 400 de aves, 39 de reptiles, 53 de anfibios, 188 de peces, 127 de invertebrados y 3.000 especies de flora.
La marcha partió el 15 de agosto de Trinidad, la calurosa capital del departamento del Beni, ubicada a 130 metros sobre el nivel del mar (msnm), donde la temperatura promedio es de 21 grados centígrados. La meta es la ciudad de La Paz, localizada a 3.659 msnm con una temperatura promedio de ocho grados, donde intentarán hablar con Evo Morales.
Entre las 1.800 personas que marchan hay 120 niños y niñas, además de adolescentes, que forman parte de las familias que realizan esta protesta pacífica. Once mujeres embarazadas también lo hacen, soportando las duras condiciones de la caminata, que se ha estado realizando de noche para evitar las altas temperaturas.
Su preocupación es que, con una carretera, se intensifique el avasallamiento que ya sufre la población indígena por parte de colonos dedicados a la producción de coca; pero también la violación de sus derechos al territorio y a la libre determinación incorporada en la nueva Constitución Política del Estado (CPE) Plurinacional. La ampliación de tierras para el cultivo significará deforestación en una Tierra Comunitaria de Origen (TCO) titulada a favor de los tres pueblos.
"Lo que están buscando los campesinos, colonos y cocaleros es tierra individual, son parcelas. Desde la Asamblea Constituyente lo que quieren (el Movimiento al Socialismo) es hacer desaparecer las TCO. Por eso queremos que el Presidente reconsidere su actitud agresiva, racista y discriminadora. Exigimos que cumpla su discurso de gobernar obedeciendo al pueblo", sostuvo Justa Cabrera, presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia.
El TIPNIS fue declarado territorio indígena en 1965, mediante decreto Ley Nº 07401 de 1965, y parque nacional a través del decreto supremo Nº 22610 de septiembre de 1990, luego de la primera marcha indígena de tierras bajas por "la tierra, el territorio y la dignidad".
En 1997, el Estado emitió el Título Ejecutorial de Tierras Comunitarias de Origen (TCO) y en 1998 el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) dio inicio al saneamiento de las 1.236.296 hectáreas tituladas. Luego del saneamiento, en junio de 2009, el Gobierno de Morales entregó a las comunidades de los pueblos Mojeño, Yuracaré y Chiman asentadas en las riberas de los ríos Isiboro y Sécure el título ejecutorial colectivo del TIPNIS de 1.091.656 hectáreas, mediante Resolución Suprema Nº 230292.
Sin embargo, la riqueza de las tierras ha sido codiciada por colonos andinos que se han dedicado a la producción de coca y que se han asentado dentro del TIPNIS. La antropóloga Kantuta Lara, que ha vivido por la región durante más de diez años, explicó a SEMlac que, debido a esto, en 1990 el Gobierno fijó una "Línea roja" dentro de ese territorio para evitar más asentamientos.
Dos años después, los cocaleros liderados por Evo Morales y los indígenas del TIPNIS representados por Marcial Fabricano redefinieron la "Línea roja" de manera concertada, para separar la superficie colonizada del territorio habitado por las comunidades indígenas. Esa línea ha impedido un ingreso organizado de colonizadores al TIPNIS, dijo Lara; sin embargo, los avasallamientos han sido permanentes, por lo que en 2006, luego de un enfrentamiento, el Gobierno se comprometió a impedir el avance de la colonización.
Por otra parte, los marchistas han reclamado que el Gobierno no haya realizado la consulta con los pueblos, tal como establece la CPE.
Por un lado, el gobierno de Evo Morales y él mismo se han declarado acérrimos defensores de la "Madre Tierra". En el Foro Global por la Vida, la Justicia Ambiental y Social, realizado en Cancún en diciembre de 2010, el mandatario boliviano incluso convocó a gritar "¡planeta o muerte!, porque el mundo se puede literalmente acabar si continuamos con el actual modelo".
Pero, por otro lado, el propio Presidente impulsa la construcción de una carretera que pasará por el medio del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), habitado por los pueblos yuracaré, chimán y moxeño que sumaban más de 12 mil personas en el último censo de 2001. La también área protegida, que abarca 1,2 millones de hectáreas, alberga a 108 especies de mamíferos, 400 de aves, 39 de reptiles, 53 de anfibios, 188 de peces, 127 de invertebrados y 3.000 especies de flora.
La marcha partió el 15 de agosto de Trinidad, la calurosa capital del departamento del Beni, ubicada a 130 metros sobre el nivel del mar (msnm), donde la temperatura promedio es de 21 grados centígrados. La meta es la ciudad de La Paz, localizada a 3.659 msnm con una temperatura promedio de ocho grados, donde intentarán hablar con Evo Morales.
Entre las 1.800 personas que marchan hay 120 niños y niñas, además de adolescentes, que forman parte de las familias que realizan esta protesta pacífica. Once mujeres embarazadas también lo hacen, soportando las duras condiciones de la caminata, que se ha estado realizando de noche para evitar las altas temperaturas.
Su preocupación es que, con una carretera, se intensifique el avasallamiento que ya sufre la población indígena por parte de colonos dedicados a la producción de coca; pero también la violación de sus derechos al territorio y a la libre determinación incorporada en la nueva Constitución Política del Estado (CPE) Plurinacional. La ampliación de tierras para el cultivo significará deforestación en una Tierra Comunitaria de Origen (TCO) titulada a favor de los tres pueblos.
"Lo que están buscando los campesinos, colonos y cocaleros es tierra individual, son parcelas. Desde la Asamblea Constituyente lo que quieren (el Movimiento al Socialismo) es hacer desaparecer las TCO. Por eso queremos que el Presidente reconsidere su actitud agresiva, racista y discriminadora. Exigimos que cumpla su discurso de gobernar obedeciendo al pueblo", sostuvo Justa Cabrera, presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia.
El TIPNIS fue declarado territorio indígena en 1965, mediante decreto Ley Nº 07401 de 1965, y parque nacional a través del decreto supremo Nº 22610 de septiembre de 1990, luego de la primera marcha indígena de tierras bajas por "la tierra, el territorio y la dignidad".
En 1997, el Estado emitió el Título Ejecutorial de Tierras Comunitarias de Origen (TCO) y en 1998 el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) dio inicio al saneamiento de las 1.236.296 hectáreas tituladas. Luego del saneamiento, en junio de 2009, el Gobierno de Morales entregó a las comunidades de los pueblos Mojeño, Yuracaré y Chiman asentadas en las riberas de los ríos Isiboro y Sécure el título ejecutorial colectivo del TIPNIS de 1.091.656 hectáreas, mediante Resolución Suprema Nº 230292.
Sin embargo, la riqueza de las tierras ha sido codiciada por colonos andinos que se han dedicado a la producción de coca y que se han asentado dentro del TIPNIS. La antropóloga Kantuta Lara, que ha vivido por la región durante más de diez años, explicó a SEMlac que, debido a esto, en 1990 el Gobierno fijó una "Línea roja" dentro de ese territorio para evitar más asentamientos.
Dos años después, los cocaleros liderados por Evo Morales y los indígenas del TIPNIS representados por Marcial Fabricano redefinieron la "Línea roja" de manera concertada, para separar la superficie colonizada del territorio habitado por las comunidades indígenas. Esa línea ha impedido un ingreso organizado de colonizadores al TIPNIS, dijo Lara; sin embargo, los avasallamientos han sido permanentes, por lo que en 2006, luego de un enfrentamiento, el Gobierno se comprometió a impedir el avance de la colonización.
Por otra parte, los marchistas han reclamado que el Gobierno no haya realizado la consulta con los pueblos, tal como establece la CPE.
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