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miércoles, 23 de abril de 2014

INDÍGENAS ENVENENADOS POR PLAGUICIDAS.

México: Indígenas envenenados por plaguicidas en Nayarit.

Al noreste de México, en Nayarit, la tierra es generosa con muchos cultivos: pepino, tomate, tabaco y un largo etcétera. Se siembra en grandes plantaciones a las que año con año llegan trabajadores indígenas.
Los pueblos de provincias vecinas o lejanas se vacían. Todos viajan cientos de kilómetros para ir a recoger las cosechas donde se requiera su baratísima fuerza de trabajo. Llegan familias enteras donde todos trabajan, incluyendo los niños que tienen, jornadas como si fueran adultos y en sacos, canastas o cubetas cargan su propio peso.
A las plantaciones de tabaco van los indígenas que habitan en Nayarit y Jalisco; ellos son los wixáricas mejor conocidos como huicholes, uno de los pueblos que tardó más tiempo en ser sometidos por los conquistadores españoles, por lo que lograron mantener casi intactos mucho de su ancestral cultura.
En 1985 en Guadalajara, capital del estado de Jalisco, Patricia Díaz Romo comenzó a trabajar como enfermera en la Casa de Salud Huichola, una pequeña clínica donde los huicholes recibían atención médica. En un lapso de tres años, hubo un cambio en los pacientes. Cada vez más llegaban niños con deformidades, enfermos de cáncer y cuadros clínicos nunca antes vistos. Patricia Díaz y algunos colegas en coordinación con la Escuela de Salud Pública y la Universidad de Guadalajara se dieron a la tarea de investigar qué sucedía y encontrar el origen del envenenamiento masivo que presentaban los huicholes.

Díaz Romo nos contó en entrevista:
“Todos los huicholes tenían como común denominador que habían trabajado en los campos tabacaleros de Nayarit. En 1985 fuimos a los campos de trabajo para averiguar qué sucedía y nos dimos cuenta de que había un uso indiscriminado de sustancias tóxicas, de plaguicidas”.
Por recomendación de la Red de Acción Contra Plaguicidas en Norteamérica, en 1992 Patricia empezó a filmar todo y así nació el primer documental sobre huicholes y pesticidas. La investigadora nos cuenta:
“En 1994 terminamos el primer documental titulado Huicholes y Plaguicidas, y los tradujimos a la lengua
Wixárica o huichol, pues la mayor parte de los jornaleros no entiende español. Cuando ellos vieron el documental y lo escucharon en su lengua su reacción fue fuerte. Aunque ellos sabían perfectamente qué era lo que sucedía en los campos, su indignación fue grande. Los indígenas no tenían suficiente información sobre los daños que ocasiona el estar constantemente expuesto a estos venenos, a los agro tóxicos y plaguicidas”.

Los plaguicidas nacieron como armas químicas

Hay diversos tipos de plaguicidas; este nombre es muy general y abarca a todos los agroquímicos como insecticidas, herbicidas, fungicidas, etcétera. Muchos de estos productos fueron inventados como armas químicas, nos explica la investigadora.
“Después de la Segunda Guerra Mundial, las grandes compañías trasnacionales europeas y norteamericanas los transformaron de armas en productos de uso cotidiano como insecticidas para la casa y el jardín. Con una enorme campaña de publicidad en los medios masivos fueron presentados como algo moderno y bueno de uso diario, callando los efectos secundarios. Desde los años cincuenta, los usamos de una manera abusiva, indiscriminada, no solo en el campo sino en nuestras casas. La población en general está muy expuesta a estos venenos” advierte Patricia Díaz Romo.

La activista por la agricultura orgánica continúa:

“Nuestra investigación se ha destinado al pueblo huichol, pero después que tradujimos nuestro primer documental, otros pueblos originarios nos pidieron que también lo hiciéramos con otras lenguas indias. Así fue. Nuestro primer video de 1994 está traducido a doce lenguas nativas. En el año 2012 terminamos el informe Huicholes y Plaguicidas, escrito especialmente para el pueblo huichol.”

Endosulfán

¿Qué es el endusulfàn? pregunta esta reportera después de haber oído decena de veces el término como sinónimo de peligro.

Patricia responde:

- “Es un insecticida, un compuesto persistente, eso quiere decir que se queda en el medio ambiente por mucho tiempo, años o décadas. No se degrada y está presente en la tierra, en el agua, en las plantas y en los alimentos que consumimos. El Convenio de Estocolmo trata de que sea prohibido en su totalidad a lo largo del año 2013. Su uso no es permitido en 60 países. En México todavía se usa en una veintena de cultivos. El principal productor de Endosulfán es la compañía alemana Bayer, quien prometió dejar de producirlo en 2013. Sin embargo, otras compañías incluso empresas mexicanas los siguen fabricando. Si el gobierno de México en verdad cumpliera con el Convenio de Estocolmo, debería prohibirlo en su totalidad. Son muchos los daños que produce el Endosulfán a la salud humana y al medio ambiente; para colmo, el viento y el agua lo transporta a miles de kilómetros y se le encuentra por ejemplo en peces y productos del mar. Los ciclos del agua, las lluvias, los huracanes, las tormentas lo llevan a todos los rincones del planeta. Incluso han regresado a lugares donde hace cuarenta años que no se usaba,” denuncia nuestra entrevistada. 

¿Se puede saber qué producto químico produce qué daño o qué enfermedad?
- Sí, pero en pocos casos porque desafortunadamente la gente mezcla las sustancias, por ejemplo revuelve insecticidas con fungicidas, lo que hace más difícil rastrear los venenos. Hay bases de datos en internet como la de Pesticide Action Network North America (www.panna.org) donde se advierte sobre los efectos en la salud que puede tener cada sustancia o producto en particular. En el caso de las intoxicaciones agudas concretamente de los órganos fosforados, sí hay síntomas que se detectan a simple vista: mareo, vómito, dolor de cabeza. Si hay contacto con la piel y los fosforados llegan a la corriente sanguínea, se presentan los calambres, dificultad para caminar, para concentrarse y convulsiones. El problema es que muchos médicos confunden estos síntomas de envenenamiento con epilepsia. Los doctores que están en zonas de alto riesgo por el uso intensivo de plaguicidas, no tienen la formación adecuada en toxicología. Muchos pacientes que no reciben el diagnóstico adecuado, mueren por paro respiratorio.

-¿Quiénes son los más afectados, los niños, las mujeres embarazadas, los viejos?

- Precisamente todos ellos. Todo el que tenga su sistema inmunológico más débil, como los viejos, o los niños que aún no han desarrollado ninguno de sus sistemas (inmunológico, endocrinológico o el nervioso central). Se ha encontrado en el autismo, hiperactividad y en los problemas de aprendizaje, relación con la intoxicación por plaguicidas. Los niños en gestación son los que corren más peligro pues los químicos con los que tiene contacto la madre, llegan a la placenta y pasan al feto causándoles malformaciones. En los hombres se ha detectado una disminución de espermatozoides después de la exposición a los plaguicidas. La infertilidad está muy bien documentada sobre todo en Europa. El problema es que en México nuestras autoridades permiten todo.”
El más reciente de los documentales sobre agroquímicos y comunidades indígenas fue traducido a doce lenguas originarias de México.

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